diario 20 10

Bueno, he decidido dedicar unas líneas diarias a sobre lo que va pasando en el Mundial de Fútbol Sudafrica.



La verdad es que este Mundial ha empezado descafeinado. Ya sea por el mal juego, por el poco ambiente en las gradas y por los pocos goles. Sólo Alemania hizo un paréntesis. A eso del poco ambiente, entra en liza eso de las vuvuzelas, que para quién no lo sepa, son esas trompetistas con un sonido bastante desagradable que emulan a un enjambre de abejas, y son tocadas por muchos sudafricanos. Ellos se lo pasan pipa, yo y creo que la mayoría de los espectadores, pasamos un calvario. Existe ambiente, pero un ambiente que no es futbolero. Tampoco es un ambiente festivo como pudiera ser si celebrara en Nigeria, Camerún o Senegal, dónde los tambores, los bailes, y las maracas estarían a la flor del día. Y creo que eso hubiera sido más apropiedo que las dichosas trompetitas.





Alemanía ha empezado fuerte. Una nueva generación dicen. Permitidme que sea prudente. Hace seis meses se decía que Alemania estaba buscando su propia identidad. Sin estrellas y a veces, olvidando el juego colectivo que les ha hecho temibles, fueron puestos de espaldas contra la pared. Ahora, al nacer para la plebe nombres como los de Ozil y Muller, Alemanía vuelve a ser favorita. Sin embargo, Australia no es barra de medir. Serbia si lo será. Una selección de Antic que se chocó con la combinación de juego físico y alegre de Ghana. Un tal Kuzmanovic parece que se ofreció a dejar con misterio el grupo hasta el último partido. No dudo que este grupo quedara con los tres equipos empatados a seis puntos.




Otro de los casos de este Mundial, son las cantadas de los porteros. Van Tres. Ayer, se produjo la última. Y para mí la más alucinante, que no digo la peor. Fue el portero de Paraguay y del Valladolid, Justo Villar. Salió a lo MazingerZ en un corner y pasó lo que pasó. Lo que la pasó a Green seguramente fue peor, al igual que lo del portero de Argelia, pero lo de este tiene un aire estrambótico que es para reírse un poco y comentarle más lineas que a los otros. Del partido, pues que Italia está en un declive constante. Sus estrellas retiradas o retirándose, sólo queda sitio para jugadores que parecen que ni serán tan buenos y tampoco tienen la garra italiana como antaño.



Argentina por su parte resolvió. Ganará el Mundial pero nunca jugará bien al fútbol. Eso lo tengo claro. Vive de individualidades. Sin centro del campo es normal. Holanda le pasa lo mismo que a Italia y parte de lo que le sucede a Argentina. Sin Robben a pleno rendimiento y con poca química de equipo, no parece que vaya a hacer algo grande en el Mundial. De Francia lo mismo, pero multiplicados los defectos al cubo. Claro, que a lo mejor va y da la sopresa. Si se diera el caso, tendría mucho mérito, demasiado.