Woody Allen le dedicó hace unos años un bonito homenaje a una de nuestras eternas acompañantes en el día a día. Su película, “Días de radio” alabada por el público amante de las ondas dónde la música, sobre todo el jazz, como no podía ser de otra manera, estaba como objeto de presencia. Como a este gran director, para mí también ha significado mucho y aunque no pretendo contar la historia de mi vida tras las ondas, intentaré relatarles una experiencia corta, pero que a la vez que ha sido muy intensa y fascinante.
La radio siempre ha formado parte de mi vida. He estado pegada a ella desde que tengo uso de razón, y hasta hoy, no pongo inconvenientes para criticarla en ninguno de los sentidos. Siempre se ha hablado en negativo de la televisión, y aunque del transistor no se le ha hecho en gran medida, en mayor grado a su menor difusión, al no ser un fenómeno de tantas masas, también ha formado parte de la historia de este país.
La radio es la acompañante perfecta. La puedes oír o escuchar desde cualquier lado y en cualquier momento, cosas que otros medios de comunicación no pueden lucir. Además te transporta al mundo de la imaginación, ese mundo paralelo que es casi tan esplendoroso, y a veces más emocionante, que la propia realidad. Es el medio de comunicación más excelso que existe en mi opinión, porque te ayuda de cierta manera a ser libre, y no te crea barreras, ni impedimentos, ni fronteras. Te da muchas salidas y abre tu mente.
En España, desde finales de los 90 hasta hoy, cito estas fechas porque son las que se ha conectado servidor, han existido numerosos y exitosos programas de radio que han marcado época en la radiodifusión española. Otros, a la par, siendo menos populares y masivos, han conseguido entrar mediante el son de la palabra a cada rincón perdido de España, y en su caso, al rinconcito de quién les habla.
Control técnico de una emisora |
La primera experiencia que tuve con la radio tengo que señalar que no la recuerdo, aunque seguramente tuvo que ver con el fútbol. A la edad de cuatro años, escuché los primeros gritos de “Gol gol gol gol”, y creo que la primera voz que asocié, fue la de un tal Matías Prats. Después le siguió la voz de Pepe Domingo Castaño. Los primeros años de experiencia radiofónica los mantuve entre Antena 3 Radio y RNE1, y las voces de Javier Ares, el citado Pepe Domingo Castaño, y, Juan Manuel Gonzalo quedaron en familia.
Mp4-Podcast |
A la vez que iba creciendo, nuevos y penetrantes sonidos conectaron conmigo dónde recuerdo a Javier Sardá, Paco González y Javier González Ferrari, dónde ya la SER empezaba a ser recibida en la isla. Un tiempo después, ese niño atento, a la edad de 12 años, se aficionó a un programa llamado “El Larguero” que por aquel entonces gozaba de una rebosante calidad, que aún, aunque en menor medida conserva. A la par, la voz de Iñaki Gabilondo penetró en mis adentros, dónde unos años después permaneció en el recuerdo para siempre. En esos años, LOS 40 PRINCIPALES llegaban a las ondas de mi tierra, y aunque la espera se hizo eterna, fue el comienzo de unos buenos años que el tiempo ha querido que hayan quedados muy lejanos. Hoy, todavía recuerdo esos buenos momentos. Antes, LA DIAL fue la emisora musical predilecta, y aunque era mucho más joven que su cadena hermana, para mí siempre fue la primera emisora musical que conectó conmigo. Era “El sitio de mi recreo” nunca mejor dicho. En esos años, seguimos hablando del periodo de adolescencia, otros programas se convirtieron en protagonistas. Tuve mis primeras experiencias con “Hora 25”, “La rosa de los vientos” y con varios programas de cine, todos ellos de buena calidad, aunque el más que se me quedó fue “El cine de lo que yo te diga”.
Cadenas de Radio |
Así pasado el periodo de adolescencia, llegaron los años mozos y aunque por ejemplo “Milenio 3” había conectado conmigo en su debut, tuve más placer al degustar programas como “Al sur de la semana”, “Si amaneces nos vamos”, “A cielo abierto”, “La noche caprichosa” o “Cowboys de medianoche”, entre otros. Qué pena que ya queden pocos de ellos. Así, mi “Carrusel Deportivo” y “El Larguero” nadie me los quitaba, aunque la competencia salvando contadas excepciones, no desdeñara tampoco en aplausos. Esos largos años de juventud cercanos en el tiempo sirvieron también para conocer diferentes, entretenidos y didácticos programas que no tendría espacio ni tiempo de escribir bajo estas líneas, pero que son también parte de mi vida. Con eso, y obviando las posibles decepciones de varios de los citados programas, más formatos y más cadenas empiezan a formar parte del ciclo, y así, M80 Radio , Radio 3, Radio 5 y en menor medida, RADIO MARCA, contando con la vuelta a RNE1 (nunca la había dejado), son hoy parte de mi día a día. Nuevos personajes que no nuevas voces, han calado en mí como pudieran ser la de Julio Ruiz, Pepa Fdez., o Toni Garrido.
La radio es una compañera inseparable y más que cadenas con mayor o menor seguimiento, con más o menos calidad, es una herramienta indispensable para el entretenimiento, para la formación, para la información y sobre todo, es una amiga que te hace compañía durante veinticuatro horas al día. Espero que siempre nos quede días y noches de radio.
No sigo tu blog, pero espero que hayas puesto BUDY porque lo sueles hacer así en plan coña y no porque no tengas ni idea de que realmente se escribe WOODY
ResponderEliminarHa sido un error bastante grave. Pero como excusa pongo que al copiarlo de Word al blog en la revisión ortográfica se cambió (o cambié) de Woody a Budy. Gracias por estar atento.
ResponderEliminarNo suelo oír la radio pero buen artículo.
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